Apuntan y disparan contra Facebook


Las combinaciones de parámetros que ofrece la red social Facebook parecen interminables. Allí es posible crear un perfil con datos muy personales, más un sinfín de fotografías, todo adornado con abundante chotería. Es una suerte de carta de presentación virtual en la que todos pueden ver la información a la que usted permite acceder; la gente con la que se relaciona, los viajes que ha realizado, hasta sus más recientes aventuras amorosas. Por ello es necesario estar atento a los permisos que uno concede (configuración).
Algunas páginas de Facebook están siendo utilizadas para insultarse, para publicar fotos en paños menores y en algunas, las más indecentes, sus propietarios gustan de cambiarse de estado civil. Puede que aquí todo esté pasando sin pena ni gloria, pero en Bélgica la cosa está que arde.
Mucha información contenida en las páginas de los Facebooks está siendo utilizada como argumento para separaciones. "Es una verdadera trampa" dice un perturbado flamenco al recibir una intempestiva demanda de divorcio. Al parecer este pobre hombre fue "víctima" de un minucioso trabajo perpetrado por su despechada cónyuge. Guy Herniaux, abogado experto en divorcios, sostiene que es muy fácil demostrar ante la ley que dos personas se llevan muy mal en su vida conyugal con solo ver sus respectivos perfiles en Facebook. En opinión de Herniaux, uno de los papeles insólitamente relevantes que el sitio ofrece es el relativo a las pensiones alimenticias para los hijos. "Quién no quiera pagar la pensión alimenticia a sus hijos hará todo lo posible para demostrar que es la otra persona (y no él o ella) la responsable de la ruptura". Como ven, el campo probatorio se aggiorna a pasos agigantados y acompaña los avances tecnológicos en los que muchos estamos inmersos. Gracias a ello cada día son más los detractores de las redes sociales donde al igual que unos chorlitos gustamos de descargar preciosa información.
Una vieja teoría sostiene que todos estamos casi interconectados. Conectándonos a seis desconocidos estaremos ligados a toda la humanidad. Habla de lo exponencial de los vínculos y de los seis grados de separación. Facebook, por supuesto, explota ese concepto.


En la Web hay variadas redes sociales, pero sin dudas la más aceptada sigue siendo Facebook. De amigable configuración, proporciona a sus usuarios funciones básicas y otras valiosas estupideces tipo abrazos virtuales, besos digitales, regalos absurdos, etc...ce que vous voulez!
El peregrinaje por la vida de los otros es una de las prácticas preferidas de los "facebookólogos", ya que se hace de forma expedita y sin necesidad de entrar en sus respectivos perfiles. Todo se vuelve una especie de conventillo donde los usuarios entran y salen sin llamar. Pero, ¿cuál es la finalidad real de esta red social? Ya tiene un tiempo y podríamos decir que aparentemente es una idónea herramienta para el chusmerío y el levante.
¿Sabe una cosa? Saquemos el "aparentemente". Es la forma más sencilla de vincularse a otro sin ningún tipo de compromiso. Existen usuarios que disfrutan de citas, con tragos y todo, sin verse realmente, sólo a través de la red. (Solo basta ver el film He´s just not that into you)
La calidad del típico usuario de Facebook se mide en la cantidad de amigos que pueda reunir. Pocos amigos es una señal inequívoca de un verdadero looser. Nada importan las sandeces que se publique en su muro, convocar amigos es la única consigna. Además de todos los inconvenientes antes descriptos, me gustaría agregar uno más. Dentro de la información solicitada a los usuarios, alguna es tan personal que obviamente sería peligroso divulgarla. Mucha información sentimental, económica y hasta del lugar físico donde se encuentra la persona. Incluso la CIA dice haber invertido casi 30 millones de dólares para seguir a los usuarios.
Si bien Aristóteles supo decir que el hombre es un ser social por naturaleza, el Facebook en algunos casos propone una forma de socializar que raya con lo absurdo. Midamos el tiempo que destinamos a las redes sociales. Es poco y precioso.
No al contacto virtual...¡sí al contacto real!

Fuente: Diario El País de Montevideo, sección Domingo del día 30 de agosto de 2009